Pues todo empieza y todo acaba, menos el cariño que nos hemos cogido durante estas semanas de convivencia. Llegamos a nuestro último día, toca recoger y empezar a interiorizar todo lo vivido y aprendido.
La mañana la dedicamos a hacer las maletas y limpiar bien toda la casa.
Después de nuestra última comida en el patio de Boschetti nos acercamos a Mondovicino para realizar alguna compra final.
Pero una vez más la imagen de María se cruzó en nuestro camino, esta tarde se celebraba la procesión de María Auxiliadora en Fossano y sin saber muy bien cómo acabamos haciendo de costaleros de la Madre.
Ya lo decía Don Bosco, "basta que un joven llegue a una casa salesiana para que quede protegido bajo el manto de la Auxiliadora", y creo que nosotros hemos sentido muy cercana su presencia y protección en esta maravillosa experiencia. Cosas de la Providencia...
Y una última pizza para despedirnos de Fossano. Que ricas!
Gracias a todos por seguirnos y acompañarnos durante este tiempo, habéis sido de gran ayuda en muchos momentos, porque nada hubiera tenido sentido sin poder compartirlo con vosotros. Esperamos que notéis un cambio importante en nuestras vidas y que podáis decir que somos un poco más de Dios.
Se curraron las pizzas desde luego. Después de hacer de costaleros había que reponer fuerzas.
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